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Sin Grietas Podcast

El problema no está en la cancha, esta afuera

Por Tomás Russo











Terminó el mundial para Argentina y ya todos conocemos el resultado; las críticas y análisis a los jugadores dejémoselos a los especialistas. Pero para darle contexto al resultado de Argentina en esta Copa del mundo, observemos los siguientes datos, no opiniones, datos: en el año 2014 muere el presidente de la Asociación del fútbol argentino (AFA), Humberto Grondona, en medio de una crisis política, económica y social dentro de la Federación donde desde hace muchos años se acumulan causas de corrupción, la más grande en la historia del fútbol, el FifaGate (2015), acusaciones por lavado de dinero, arreglo de partidos, vínculos entre barrabravas-dirigentes y políticos, etc. También clubes de primera y del ascenso quebrados, canchas destruidas, entre muchas otras cosas más. 

Luego del fallecimiento de Grondona, el hasta ese entonces vice presidente, Luis Segura, se hizo cargo de la AFA luego de 35 años de Grondonismo, pero no duró mucho en el mandato debido a su enorme grado de ineptitud. Posteriormente vendría la Comisión Normalizadora, que nada normalizó y mucho menos la corrupción y la pésima economía de una AFA que se caía y cae a pedazos. Tiempo después, a menos de un año de este hecho, se llevó a cabo una votación entre los asambleístas de la Federación donde se elegiría quien sería el próximo presidente; y en una tarde con 75 electores, la votación salió 38-38. Sí señor, el país del papa, de Messi, del fútbol champagne, de Maradona, etc, estaba siendo eco en el mundo porque la AFA era un mamarracho. 

A todo este período de 4 años que culminó el 30 de junio de 2018 con la derrota Argentina ante la potencia Francesa, se le suman la rotación de 4 entrenadores en todo el proceso, comenzando con Sabella y su final en la copa del mundo 2014, el "Tata" Martino y sus 2 finales de Copa América en 2016, Edgardo Bauza y sus 8 partidos de eliminatorias para la Copa del mundo, terminando con Jorge Sampaoli, que asumió como Director técnico del conjunto nacional el primero de junio de 2017. Si nos tomamos el tiempo de analizar a las potencias mundiales  como Alemania, Brasil, Francia y en menor nivel Uruguay, podemos ver un proceso político-dirigencial totalmente diferente al nuestro. Obviamente que estos hechos no te garantizan resultados, tal como fue el caso de Alemania, pero sí te garantizan proyectos. Ninguna persona en sus cabales puede decir que aquí hubo un proyecto, es más fue lo que más faltó, además de responsabilidad de parte de los dirigentes, honestidad, conducción, sinceridad, vocación y muchas otras cosas más.

El problema no está adentro, está afuera. La improvisación fue el principal protagonista de nuestro mundial, y eso está claro. Los jugadores nunca pudieron encontrarse cómodos con los esquemas planteados por el técnico, donde no mantuvo la misma formación inicial en 15 PARTIDOS DIFERENTES. El milagro lo obtuvimos, y fue estar en el mundial. Con una dirigencia que no se cansa de hacer papelones ante el mundo, entre ellos la no visita al papa, el bochorno con el amistoso versus Israel o cómo se siguen muriendo pibes del ascenso que chocan su cabeza contra los muros de las canchas del interior, etc. 

















Y finalmente, un DT que no paró  de contradecirse durante toda su gestión: dejó en el banco, en 2 partidos claves, a un arquero como Franco Armani que compite todos los fines de semana en uno de los arcos más grandes del fútbol argentino y que resultó  estar a la altura de lo pedido,  contra otro que no jugaba nunca. Giovanni Lo Celso disputó 0 minutos a lo largo de la Copa del Mundo pero Enzo Pérez (de aceptable actuación) excluido de la lista de 23 y reintegrado por la lesión de Manuel Lanzini fue titular en la mayoría de los partidos del torneo, también jugó con una línea de 3 defensores con el equipo más ofensivo del grupo (Croacia) pero con doble 5 contra uno de los equipos más defensivos del grupo (Islandia), dejó de suplente en 3 de 4 partidos a uno de los considerados mejores delanteros del fútbol argentino Cristian Pavón, jugó sin un 9 contra el equipo Francés, optando por no repetir la formación que le había dado la chance de ganar su único partido en la Copa del Mundo y así la lista puede ser infinita.

Por eso jugadores, tranquilos, hicieron lo que pudieron con lo que tuvieron. Muchas veces los resultados negativos dan pie a cambios positivos. Esta más que claro que aquí tienen que haber cambios estructurales y de fondo, comenzando por los de "arriba".

"LO BUENO DE TOCAR FONDO, ES QUE SOLO TE QUEDA SUBIR "

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