Escucha nuestro Podcast

Escucha nuestro Podcast
Sin Grietas Podcast

Ponerse en los zapatos del otro

 La pobreza que hay en Mar del Plata se viene acrecentando en los últimos 20 años y cada vez la ciudad se caracteriza por no ser (tan) feliz para todos. Los índices de desocupación, la cantidad y el aumento de los asentamientos precarios, etc parecen ser temas imposibles de resolver para la mayoría de las gestiones que han pasado por nuestro municipio.

Niño recolectando basura en el basural de Mar del Plata

Muchas veces vemos como nuestra sociedad muestra la gran falta de valores humanos, como honestidad, solidaridad, empatía y muchos más, pero hay personas, que a su manera se encargan de difundirlos. Enfocándonos en el término empatía, para aquel que no sabe, es la "Participación afectiva de una persona en una realidad ajena a ella, generalmente en los sentimientos de otra persona." en síntesis, ponerse en los zapatos del otro. Es por eso que entrevisté a Patricia, que expresó cómo su trabajo le enseñó a empatizar y no juzgar tanto en la vida.

En un mano a mano con ella, Patricia Cristina Calderón, Licenciada en Servicio Social y actual miembro del Equipo Técnico del Juzgado de Familia N°4 y ex integrante de la Secretaria de Desarrollo Social del Municipio de General Pueyrredón, nos contó cómo es su trabajo de campo en barrios carenciados de la ciudad y alrededores, además de como vió la evolución de la pobreza y sus consecuencias, durante sus 26 años en este rubro.

En cuanto a lo que es su trabajo en el Juzgado, Patricia declaró: “Nosotros somos un equipo técnico, profesionales, conformado por una psiquiatra, tres psicólogos y dos trabajadores sociales. Lo que hacemos son pericias, éstas son como 'mostrar' realidades que otros miembros del Poder Judicial no tienen posibilidad de conocer ” y agregó: “Nosotros hacemos entrevistas dentro del juzgado, de forma interdisciplinaria o en forma particular cada profesional y también en el domicilio, en el caso mío como trabajadora social”. Con respecto a su trabajo en la secretaría de desarrollo social de la ciudad expresó: “Yo trabajé en dos áreas: en salud (unidades sanitarias) y gran parte de tiempo en lo que es servicio social comunitario, dónde trabajas directamente no sólo con la familia sino con las cuestiones más comunitarias, del barrio”.

Siguiendo con sus trabajos de campo, Calderón destacó que trabajó “En muchos barrios de nuestra ciudad”, nombrando algunos como Libertad, el centro, Centenario, en el puerto, Pueyrredón, Belgrano y Batan, resaltando que “son 26 años de trabajo”. Con respecto al tema de dónde había visto más pobreza, Patricia se explayó: “Las zonas más empobrecidas en realidad son, el barrio Belgrano, Las Heras, Pueyrredón y después que se conformaron últimamente nuevas  zonas de mucha pobreza que son el barrio Nuevo Golf y el barrio La Herradura” resaltando que se convirtieron rápidamente en asentamientos muy poblados con “condiciones muy precarias” y sin la planificación necesaria como para que cuenten “con servicios e infraestructura”.


Siguiendo con el mismo tema pero ante una diferente pregunta, contó cómo es la realidad que se presenta en un barrio de bajos recursos, en cuanto a cómo se vive, cómo se conforma una familia, en qué condiciones, etc, por lo cual dijo: “Las familias con las que yo trabajo sufren mucho desde la cuestión habitacional, sobre todo considerando que no hay ningún programa municipal, provincial o nacional que hoy este brindando apoyo para resolver temas de vivienda” en cuanto a la infraestructura de los barrios en sí, resaltó: “Hay zonas donde yo he trabajado como el Monte Terrabusi o el barrio Santa Rosa Del Mar que no tienen ni siquiera colectivo cuando se embarran y llueve en invierno, teniendo una infraestructura deficitaria, no contando con servicios como agua corriente y cloacas ”.

Continuando la misma pregunta, afirmó que  lo más difícil en los entornos de las familias es “la falta de empleo” que genera condiciones de extrema pobreza, dejando en claro que “todo es como un circulo, si vos no tenes buena educación, no vas a acceder a un buen empleo y si no tenes un buen empleo no vas a acceder a buenas condiciones de vida” haciendo honor a la teoría del circulo vicioso de la pobreza, por lo cual "es muy difícil que los jóvenes puedan tener un proyecto de vida e insertarse laboralmente en condiciones dignas”.

En cuanto a la drogadicción, otra de las problemáticas que surge de estos hechos, Patricia destacó que los jóvenes “no eligen inicialmente hacer eso” (drogarse), sino que llegan a eso porque no hay “alternativas” a dicho problema. Además agregó: “Vos vas por los barrios y está lleno de adolescentes por la calle, sin hacer nada. ¿Se organizan para drogarse, robar? Y sí, pero ¿quién les propone otra cosa?” Nuevamente haciendo alusión al abandono del Estado desde hace ya mucho tiempo en nuestra ciudad y en todo el país. No solo Patricia narra esto, sino que en el año 2014 un trabajo del Programa de Protección Social de Cippec en el ámbito de la provincia de Buenos Aires, arrojó que el 62% de los jóvenes entre 15 y 29 años no terminó el secundario, siendo dos y tres veces más veces víctimas del desempleo y el trabajo precario que los adultos, y creció el embarazo adolescente, a contramano de lo que ocurre en la región internacional.

Por lo general se presupone que por la falta de educación en cuanto a conocimientos anti-conceptivos y otros factores más, las familias que viven en estos tipos de asentamientos, son muy numerosas, a lo que Calderón respondió: “Hay de todo, es un prejuicio esto de pensar en la familia numerosa porque son pobres, hay de todo. Lo que sí puedo decir, es que hay muchas familias provenientes de provincias del interior que vienen en busca ‘de una vida mejor’ de trabajo, vivienda y cuando llegan acá no lo encuentran, entonces están viviendo de forma hacinada en 'espacios reducidos' donde por ahí hay tres viviendas”.

Continuando con las dificultades que se les presentan a las familias de bajos recursos, el tema salud no se escapa de ellas. Ante la pregunta de cómo es la salud en este tipo de lugares, expresó que la gran dificultad es “el acceso” porque en lo que respecta a la atención primaria tienen espacios, pero cuando “se complejiza” tienen que ir a los (únicos) dos hospitales públicos y provinciales en la ciudad, que son el Interzonal de Agudos y El Materno Infantil y que “son también para la zona y no alcanzan a cubrir la demanda”. Por ejemplo una persona tiene turno para un estudio de alta complejidad y por ahí tiene que “esperar 6 meses”, lo cual genera que el problema de salud  posiblemente se agrave, o le solicitan que lo saque por Internet y se les hace imposible, a lo que “Patri” destacó: “Ahí hay una brecha dolorosa entre el que puede y el que no, en la salud, educación, vivienda, todo”. También agregó: “Hay desnutrición en los niños ya que obviamente no puede ser buena la nutrición, cuando no es bueno el ingreso”.

En cuanto a lo aprendido en su profesión, resalta que hay muchos prejuzgamientos en cuanto a la supuesta falta de "cultura del trabajo", cuando lo que falta realmente es “educación”, afirmando: “por eso no hay esa cultura, si vos no le das las opciones ¿Desde dónde les va a surgir?”. También expresó que “aprendió a empatizar más y nunca juzgar”, y que por ejemplo, le pasó con personas de la comunidad trans, con las que estuvo trabajando, hacia quienes ella tenía muchos prejuicios y al comenzar a conocerlas pudo “encontrarse con la persona” sin importar “el género o lo que elija”, ver la vida, el sufrimiento, la necesidad de su condición y básicamente “nunca juzgar, como ejercicio de vida” y aprender a ponerse en los zapatos del otro.

"La empatía es lo opuesto a la mezquinidad espiritual. Es la capacidad de entender que cada guerra se pierde y se gana. Y que el dolor de otra persona es tan significativo como el tuyo."-

Barbara Kingsolver (novelista estadounidense)




Escrito por Tomás Russo

Comentarios

Entradas populares